Detente un momento, respira profundo, ve hacia el cielo y.......pide al Divino Maestro su ayuda divina..... ¿quien te comprenderá mejor que él? El que usó parábolas simples y sencillas para hacer entender a la gente, supo escuchar, valora hasta al mas pequeño niño, y ¿no entenderá a un profesor agobiado? A mí me ha funcionado.
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